AMD está ahora en boca de todos los usuarios debido al lanzamiento de sus procesadores Ryzen Threadripper, que están pisando con fuerza en territorios como el gaming y compitiendo contra Intel.
Se puede pensar que estos procesadores nacieron de una elaborada estrategia dentro de AMD, pero la realidad es bien distinta. Sarah Youngbauer, portavoz de la compañía, ha explicado a Forbes que esta tecnología nació en ratos libres de su equipo creador.
Threadripper surgió como un proyecto propio de un grupo de empleados de AMD que decidió dedicar sus ratos libres a concebir un procesador nuevo y capaz de cubrir las necesidades de rendimiento y potencia que querían lograr para una nueva generación de chips de la compañía.
El proyecto se inició incluso sin la aprobación de la directiva de AMD, que más tarde daría luz verde al desarrollo de esta tecnología.
"No es una historia de planificación a largo plazo o un gran esfuerzo en presupuesto de I+D, es más una historia personal de un pequeño grupo de empleados de AMD que tenían una visión para un procesador de alto rendimiento. Trabajaron en su tiempo libre con toda su pasión", explica.
Así, en un esfuerzo que analizó los procesadores para consumidores con los procesadores para servidores, nació la gama Threadripper. Su producción a gran escala llegaría más tarde y fruto de una causalidad cuando compartiendo un taxi con un miembro del equipo directivo de AMD un portavoz del departamento de comunicación mencionó el proyecto, que terminó recibiendo la aprobación para su producción comercial.
