Amazon lleva un tiempo tanteando la idea de abrir un sistema de reparto a través de drones, algo que ya ha comenzado a probar en un circuito privado y que cada vez está más cerca de llegar al mercado público.
Este tipo de envíos, sin embargo, tienen todavía un montón de interrogantes, como el peso de los paquetes que podrán transportar, la distancia que podrán recorrer, los problemas de las autorizaciones para volar en cada país o el problema de provocar algún herido si el dron falla y se precipita hacia el suelo desde una gran altura, pudiendo caer sobre alguna persona provocándole lesiones que podrían ser graves.
Para quitar de la lista este último inconveniente, Amazon presentó en 2016 una patente que ha salido ahora a la luz. Esta patente habla acerca de un sistema que haría que el dron se autodestruyera en el caso de tener algún tipo de fallo que le hiciera caer al suelo, o, en caso de ser posible, destruir la parte afectada que esté dando problemas para realizar un aterrizaje de emergencia.
Además, este sistema también intentaría poner a salvo el paquete, dejándolo caer sobre superficies "blandas" como el agua o las copas de los árboles si detecta, mediante unos sensores, que no hay peligro de dañar a nadie con su caída.
Parece que todavía vamos a tener que esperar mucho tiempo para ver un sistema de este tipo en nuestras ciudades, pero Amazon parece tenerlo todo pensado para, a largo plazo, ser la primera en implantarlo en su servicio.