Las consolas retro siguen de moda y ampliando, poco a poco, su catálogo.
Hoy el fabricante Clockwork nos presenta su nuevo proyecto en Kickstarter: GameShell, una consola que homenajea en su diseño a la emblemática Game Boy pero que, en su interior, tiene bastante más potencia que la portátil de 8-bit de Nintendo.
La placa de la consola, Clockwork Pi, está equipada con un procesador Quad Core Cortex A7, una GPU Mali-400MP2, Wi-Fi, 512 megas de memoria y una entrada para una tarjeta MicroSD.
La pantalla de la consola es a color y de 2,7 pulgadas. GameShell también tiene un altavoz estéreo, una batería de 1050 mAh t yb Game Pad con una cruceta y varios botones que podemos programar a nuestro gusto.
La consola ejecuta un sistema operativo basado en GNU/Linux que es compatible con diferentes emuladores y, de serie, tendrá dos juegos tan emblemáticos como Doom y Cave Story instalados, aunque en un futuro también podremos encontrar de serie Heretic, Hexen, Strife, Hack o Doom 2.
El proyecto en Kickstarter ya ha conseguido financiarse y en él podemos obtener la consola por 89$.
La fecha de lanzamiento esperada es abril del 2018.